Osteointegración de los implantes dentales ¿en qué consiste?

Cuando hablamos de osteointegración hacemos referencia al proceso de cicatrización, a través del cual, se unen las piezas dentales implantadas al hueso maxilar.

Fue a mediados del siglo XX cuando se comenzó a considerar este procedimiento como clave para el desarrollo de la implantología. Per-Ingvar Branemark, un investigador sueco, es quien descubrió la aptitud natural del titanio para integrarse en la estructura ósea del maxilar.

La principal condición para que la osteointegración se realice de forma correcta es que el hueso debe disponer de capacidad suficiente para dar una sujeción duradera al implante dental. Al mismo tiempo, la pieza implantada debe adaptarse al hueso con precisión.

La osteointegración es el proceso biológico mediante el que una pieza dental implantada se adhiere y cicatriza al hueso maxilar. Se trata de una reacción natural de cicatrización que permite la conexión funcional entre el implante y el hueso del paciente.

Gracias a la osteointegración conseguimos que los implantes se fijen al maxilar facilitando la recuperación de la funcionalidad y estética dental. También posibilita la colocación de una corona artificial sobre el implante, con el propósito de reemplazar las ausencias dentarias y recuperar una sonrisa completa y natural.

Si necesitas recurrir a un  tratamiento de implantología dental, te aconsejamos ponerte en buenas manos. Un profesional especializado podrá estudiar tu caso con conocimiento de causa y adaptar las técnicas odontológicas más avanzadas a tus circunstancias.

Antes de someterte a cualquier tratamiento implantológico, el implantólogo debe valorar varias cuestiones cruciales para poder personalizar y garantizar los resultados. ¡Mira cuáles!

La pérdida dental prolongada en el tiempo provoca cambios en el hueso de la zona maxilar afectada por las ausencias dentales, disminuya su tamaño y pierda trabeculación. Lo que origina un problema añadido que el implantólogo debe analizar para dar una respuesta terapéutica adecuada.

Si las condiciones óseas no son óptimas y el paciente dispone de poco hueso maxilar, será necesario realizar un injerto o regeneración para conseguir suficiente soporte óseo a la hora de insertar un implante. Así, el proceso de osteointegración podrá desarrollarse con efectividad.

Según la pieza dental que se necesite reponer mediante el implante, el implantólogo debe calcular tanto el espacio maxilar disponible con el que cuenta para realizar la inserción como el espacio disponible para colocar sobre él un diente de tamaño y forma adecuados. Todas las piezas dentales no tienen el mismo tipo de raíz y unas ocupan más espacio que otras.

Cuando se realiza la extracción de un diente dañado y el paciente quiere reponerlo con un implante dental, el odontólogo debe comprobar que no hay presencia de infección. De existir, es preciso desarrollar una tratamiento previo adecuado de la parte dañada.

Una vez que la infección se haya controlado, se puede iniciar el tratamiento de implantología. De este modo, evitamos posibles problemas durante la osteointegración. No obstante, en algunas ocasiones, se puede insertar el implante a la vez que se elimina la infección.

Hoy en día, los especialistas en implantología contamos con un equipo tecnológico muy avanzado. Esta circunstancia nos permite planificar las intervenciones y trabajar con precisión. Garantizar la correcta osteointegración y resultados efectivos es siempre el objetivo principal.

Antes de que un paciente se someta a cualquier tratamiento de implantología es necesario saber cuál es su estado de salud en general. Es preciso conocer qué medicamentos consume, las posibles alergias que padece o las enfermedades que padezca o haya sufrido. El éxito de la intervención depende en gran medida de esta información.

La osteointegración de un implante dental se desarrolla en un tiempo medio de dos o tres meses. Tiempo durante el cual la pieza insertada se integra con el hueso maxilar de forma sólida y permanente.

La cicatrización del implante sobre la estructura ósea no es instantánea. Es a partir de los dos o tres meses, cuando la osteointegración finaliza y el implante adquiere una capacidad de carga similar al de una raíz dental natural. En ese momento es cuando colocamos la corona definitiva para garantizar una sonrisa plenamente funcional y estética.

Conseguir una correcta osteointegración supone obtener unos resultados óptimos a largo plazo. Además, si los cuidados son los adecuados conseguiremos alargar la duración de los implantes dentales.

Las técnicas de implantología dental forman parte de las soluciones odontológicas más recurridas y garantistas a la hora de rehabilitar la dentadura. No obstante, es el proceso de osteointegración el que define el éxito final del tratamiento.

Afortunadamente, el 98% de los pacientes que se someten a un tratamiento con implantes dentales obtienen un resultado favorable, gracias a una correcta cicatrización. Por este motivo, puedes sentirte confiado y seguro a la hora de acceder a este tipo de técnicas odontológicas.

No obstante, para que dispongas de información aún más precisa y detallada, vamos a explicarte las principales causas de fracaso de los implantes dentales. Presta atención e intenta actuar de forma correcta.

Ciertos hábitos pueden resultar nocivos para tu salud, tanto para la general como para la bucodental, en particular. Si fumas, es mejor que reduzcas la cantidad de cigarrillos que consumes a diario o los elimines totalmente.

El tabaco es una de las sustancias que más problemas genera durante el proceso de osteointegración. La cicatrización se torna más lenta y las probabilidades de rechazo implantológico por infección aumentan de forma significativa.

Enfermedades sistémicas como la diabetes y otras patologías de carácter crónico pueden aumentar el riesgo de rechazo implantológico. Al presentarse problemas durante el proceso de osteointegración.

Los controles periódicos odontológicos en pacientes con riesgo sistémico deben ser más regulares. Así se evitan posibles complicaciones.

Tratamientos farmacológicos necesarios para otras enfermedades como los bifosfonatos usados para el tratamiento de problemas de osteoporosis pueden contraindicar no solo la colocación de implantes, sino otros tratamientos tan habituales como una simple extracción, al alterar la cicatrización ósea.

El correcto mantenimiento bucodental diario es básico para garantizar el buen estado de dientes y encías. La prevención es el mejor remedio contra enfermedades como la gingivitis o la periodontitis. Así que, una higiene oral adecuada ayudará a evitar problemas infecciosos que pueden afectar a la estabilidad de los implantes.

Si la higiene oral no se realiza correctamente, pueden aparecer enfermedades como la mucositis o la periimplantitis. Patologías que afectan a la osteointegración y a la durabilidad las piezas implantadas. A veces, lo más sencillo es lo que más ayuda. Cuida tu dentadura.

Mientras se esté desarrollando la osteointegración, es necesario que acudas a revisar tu estado bucodental con tu especialista. Las evaluaciones periódicas son cruciales para prevenir posibles fallos implantológicos y controlar de forma efectiva el proceso.

En nuestra clínica dental, ubicada en el centro de Madrid, contamos con un equipo multidisciplinar especializado en estética dental e implantología. Nuestra filosofía de trabajo se basa en la excelencia y la profesionalidad. Cuidamos tu salud bucodental con eficiencia y precisión.

La experiencia y los conocimientos técnicos son nuestras principales bazas para poder ofrecerte tratamientos implantológicos adaptados con un proceso de osteointegración garantista. Recupera la funcionalidad y estética de tu dentadura y vuelve a sonreír con naturalidad. Llámanos para concertar tu cita, te informaremos sin compromiso.